CIELOS PARA LA CIENCIA
El norte de Chile se ha transformado en uno de los lugares más importantes del mundo para la observación astronómica.
Gracias a las condiciones geográficas del norte de Chile, que por el oeste cuenta con la corriente de Humboldt disminuyendo el avance de la nubosidad proveniente el océano, mientras que la cordillera de los Andes frena la procedente del este; sus cielos son excepcionalmente transparentes y estables, con escasa humedad, muy bajas precipitaciones anuales y un promedio de más de 330 noches despejados al año.
A estas extraordinarias cualidades climáticas se suman las favorables condiciones políticas y económicas de nuestro país, el que ostenta el mejor índice de desarrollo humano de América Latina, un creciente avance en servicios y tecnología, y una moderna infraestructura. Todo esto ha hecho posible que prestigiosas universidades e importantes consorcios científicos internacionales hayan instalado en nuestro territorio los más avanzados observatorios astronómicos del mundo, convirtiendo a Chile en el centro de la observación astronómica mundial.
“Actualmente nuestros cielos son protagonistas indiscutidos en la exploración del universo, ya que contamos con la mejor tecnología existente para responder a los grandes preguntas que, por siempre, se han hecho los seres humanos.”
En la Región de Coquimbo, se encuentra AURA (Association of Universities for Research in Astronomy), administrando los observatorios de Cerro Tololo Inter American Observatory (CTIO), en Cerro Tololo, GEMINI Sur y SOAR, estos últimos ubicados en Cerro Pachón, y el Telescopio Vera C. Rubin, actualmente en construcción.
La Institución Carnegie administra el Observatorio Las Campanas, ubicado en la región de Atacama, y que cuenta con los telescopios Gemelos Magallanes, los telescopio Du Pont y Swope, y una serie de proyectos asociados como el Sloan Digital Sky Survey.
El Observatorio Europeo Austral ESO opera en tres sitios, únicos por su calidad para la observación, ubicados en el Desierto de Atacama: La Silla, Paranal y Chajnantor. Los observatorios que opera son La Silla, el VLT y el El Gran Conjunto Milimétrico/Submilimétrico de Atacama, ALMA (en colaboración con sus socios AUI de Estados Unidos y NAOJ de Japón). También lidera la construcción de el Extremely Large Telescope (ELT) en el Cerro Armazones en la Región de Antofagasta.
"Actualmente, en el norte de Chile, se encuentran instalados siete de los 18 telescopios ópticos más grandes del mundo, con un diámetro mayor a 6 metros. Esta situación se repite también en otras longitudes de onda, por ejemplo en el milimétrico/sub-mm2 donde el complejo de radiotelescopios ALMA es el más poderoso y moderno del mundo."
GMT El Giant Magellan Telescope Observatory se emplaza en el observatorio Las Campanas, cerca de Vallenar y está siendo construido a partir de 7 espejos de 8.4 metros, lo que le conferirá la equivalencia a un espejo de 24.5 metros de diámetro.
Con estos observatorios Chile concentra actualmente alrededor del 40% de la capacidad de observación astronómica a nivel mundial. Pero este porcentaje aumentará significativamente en la próxima década, cuando comiencen a operar los nuevos proyectos que involucran la instalación de grandes telescopios. Estos son el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (ELT), el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), y el Telescopio Vera C. Rubin. Una vez que se encuentren operativos estos observatorios, Chile se ubicará en el centro del ámbito científico, ya que albergará aproximadamente un 60% de la capacidad de observación astronómica mundial.
Además estas instituciones promueven el desarrollo productivo, social y económico en sus comunas, apoyando iniciativas locales y colaborando con infraestructura. También aportan en el ámbito laboral, ofreciendo valiosa capacitación y oportunidades de aprendizaje, convirtiéndose en una fuente de creación de empleos de alto valor, ya que aproximadamente el 80% del personal de los observatorios es chileno.
Asimismo son una fuente de oportunidades de negocios por todos los servicios asociados que su funcionamiento requiere. También se encuentran comprometidos con actividades educativas y de divulgación. Los observatorios organizan seminarios y visitas para todo público a sus instalaciones, con el fin de difundir las actividades científicas que se realizan en ellas.