Con la creación de la Asociación de Profesionales de la Iluminación en Chile (API), expertos de diversas disciplinas buscan promover un uso eficiente y responsable de la luz, abordando retos como la implementación de la Nueva Norma Lumínica y la equidad en el acceso a una buena iluminación.
Chile es el país con más iluminadores de Latinoamérica y con el objetivo de promover el uso responsable de la iluminación y minimizar su impacto ambiental, este año decidieron agruparse en la Asociación de Profesionales de la Iluminación en Chile (API). La forma en cómo se iluminan las ciudades ha generado relevancia producto de la implementación de la Nueva Norma Lumínica en todo el territorio nacional. Ximena Muñoz, presidenta transitoria de la asociación, señala que esta normativa representa una “súper oportunidad para poner el tema sobre la mesa, desde Arica a Punta Arenas: hablemos de luz”.
Con más de 75 miembros, la API reúne a representantes de la industria, diseñadores, proveedores, académicos e investigadores, todos enfocados en generar acciones colectivas en búsqueda de una mejora en la calidad de la iluminación, una mayor cultura de la iluminación y un mayor entendimiento de cómo trabaja la industria.
¿Qué es la buena iluminación?
Para la Asociación de Profesionales de la Iluminación en Chile (API), la buena iluminación consiste en “iluminar con lo justo, en el momento justo y en el lugar adecuado”, según explica su presidenta, Ximena Muñoz. “Es esencial trabajar con los niveles adecuados para la tarea visual que se debe realizar, es distinto iluminar para un taller de costura que para caminar por un parque”, agregó.
En cuanto a la iluminación exterior, el principio rector es la valoración de la oscuridad. “En estos casos, los niveles deben ser los más bajos posibles, utilizar las tonalidades lo más cálidas posibles y no iluminar hacia arriba”, apuntó Ximena Muñoz. Añade que con la ayuda de nuevas tecnologías, se pueden implementar sistemas de control que optimicen el uso de la luz, creando ambientes que no sólo sean funcionales, sino que también valoren la estética y el bienestar de las personas.
Desafíos de la iluminación en Chile
Uno de los principales retos para la asociación es abordar la relación entre la seguridad y la iluminación del espacio público, especialmente en el contexto del recambio de luminarias bajo la Nueva Norma Lumínica. Aunque la percepción ciudadana es que mayor luz equivale a mayor seguridad, estudios recientes han demostrado que no existe una relación directa entre la reducción de la iluminación y el aumento de la delincuencia.
Frente a esto, la presidenta de API subraya la importancia de cambiar el enfoque en la planificación de los espacios públicos nocturnos. “Las comunas que tienen más recursos tienen un mayor acceso a focos más lindos estéticamente y que tienen una mejor calidad de luz. En cambio, hay otros lugares que están planificados en relación al miedo, donde una mayor cantidad de luz y una luz más fría va a ser percibida como mejor. Ahí hay un tema cultural super arraigado que hay que desmitificar”, subrayó Ximena Muñoz.
La desigualdad territorial en el acceso a buena iluminación es otro tema que tiene la atención de la agrupación. Recientemente, un estudio de la Universidad de Antofagasta corroboró la existencia de lo que se conoce por “segregación lumínica”, donde los barrios de clase social más baja presentan luminarias con un mayor índice de contaminación lumínica, en comparación a los barrios altos de una ciudad.
Sobre esto, Ximena Muñoz postula que existe una responsabilidad importante en los gobiernos locales y cómo poder transmitirles a ellos la importancia de la iluminación en la salud de sus habitantes. “La luz es algo que debe ser democrático, como la luz del sol, pero en la noche hay una diferencia enorme con los territorios que tienen menos recursos. Te aseguro que si uno mira la ciudad de arriba, sabe cuáles son los barrios acomodados y cuáles son los barrios más marginales”, apuntó.
Los próximos pasos de la Asociación de Profesionales de la Iluminación
En mayo de este año, los miembros de la API se reunieron para conversar sobre estas y otras temáticas clave para la industria, como la implementación de la Nueva Norma Lumínica. También, definieron los pasos a seguir para lo que queda de 2024: para diciembre, planean su primera asamblea oficial, en la que firmarán los estatutos y elegirán un directorio definitivo. A largo plazo, uno de sus objetivos es estrechar lazos con la academia. “Si logramos que los temas relacionados a la iluminación se integren en las universidades, sería un gran éxito”, concluyó Ximena Muñoz.