La contaminación lumínica se duplica cada ocho años: ¿cómo iluminar correctamente nuestras ciudades?

Expertos del sector público, privado y la academia debatieron los impactos y desafíos en la implementación de la Nueva Norma Lumínica en Chile, en un seminario que puso el foco en el avance de la contaminación lumínica y sus consecuencias para la biodiversidad y la salud humana.

Hace un par de años, las estimaciones basadas en datos satelitales apuntaban a que la contaminación lumínica aumentaba en un 2% cada año a nivel global. Sin embargo, en 2023, un estudio del proyecto de ciencia ciudadana “Globe at Night”, reveló que este crecimiento es mucho más acelerado de lo que se pensaba: la contaminación lumínica se está duplicando cada ocho años. 

Este incremento subraya la necesidad de que quienes diseñan y crean tecnología de iluminación reflexionen sobre cómo se están iluminando las ciudades en Chile y qué oportunidades puede generar la implementación de la Nueva Norma Lumínica. Estos temas fueron el centro del seminario “¿Cómo estamos iluminando? Los desafíos de la norma lumínica en el espacio público”, organizado por DarkSky International y la Asociación de Profesionales de la Iluminación en Chile (API).

Además, la actividad contó con la participación del Ministerio del Medio Ambiente, la Fundación Cielos de Chile, y los laboratorios de fotometría y control de calidad de luminarias de la Universidad Católica de Valparaíso y el Laboratorio Lambda.

El avance de la contaminación lumínica: un problema global

El CEO de DarkSky International, Ruskin Hartley, advirtió durante su presentación que actualmente más del 80% de la población mundial vive bajo cielos contaminados por luz artificial. Explicó que, desde una perspectiva científica, la contaminación lumínica es la alteración de los niveles de luz exterior en comparación con los niveles naturales. Sin embargo, para Hartley, el problema es más profundo. “La contaminación lumínica es la luz que entra en la habitación de nuestros hijos por la noche y no los deja dormir. Es la luz cegadora de las luminarias públicas”, señaló.

En efecto, para el CEO de DarkSky, el problema de la contaminación por luz artificial no sólo afecta a la observación astronómica, sino también a la salud humana y amenaza a la biodiversidad. “¿Quiénes son los que habitan la noche? El 90% de los anfibios, el 69% de los mamíferos, el 60% de los invertebrados y el 30% de las aves. El brillo en el cielo se ha convertido en el principal depredador de aves migratorias y ha generado lo que se conoce como el apocalípsis de los insectos”, agregó.

La Nueva Norma Lumínica en Chile: un avance en la protección de la biodiversidad y la salud

Igor Valdebenito, jefe del Departamento de Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio del Medio Ambiente, destacó que el impacto de la contaminación lumínica en la biodiversidad y la salud fue uno de los principales factores para la actualización de la normativa lumínica en Chile. “Uno de los antecedentes clave que recopilamos fue el impacto de la luz fría en la biodiversidad, especialmente para las golondrinas, fardelas blancas y otras aves marinas. Además, el impacto de la luz fría en la salud de las personas, especialmente en el ciclo circadiano”, explicó.

Durante su intervención, Igor Valdebenito detalló los próximos pasos para la implementación de la nueva normativa, que comenzará a regir el próximo 18 de octubre. Además, enfatizó en la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para garantizar su éxito. “No podemos lograr la correcta implementación de la Nueva Norma Lumínica solos desde el Ministerio, necesitamos el apoyo de todos. Este es un periodo de transición y la difusión es crucial”, concluyó.

Desafíos y oportunidades en la implementación de la Nueva Norma Lumínica

Daniela González, directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, se refirió a los desafíos que presenta la nueva normativa, especialmente para los gobiernos locales. “En Chile, existen alrededor de 3,5 millones de luminarias. El recambio no será un gasto menor, pero que si se acompaña de un diseño adecuado puede generar un ahorro para los municipios en el mediano y largo plazo. La eficiencia en este proceso es clave para el éxito de la normativa”, subrayó.

Además, resaltó la importancia de informar correctamente a la ciudadanía sobre los recambios de las luminarias públicas, especialmente en el contexto de la crisis de seguridad. “No podemos desconocer que estamos en una crisis de seguridad. Según un estudio que evaluó el impacto de reducir las luces en el alumbrado público en el crimen, la relación entre seguridad y luz no es lineal y no hay una correlación directa, sino que es un fenómeno multifactorial”, apuntó.

Paulina Villalobos, miembro de la API y del directorio de DarkSky International, planteó que quienes diseñan y producen luminarias desempeñan un rol esencial en la implementación de la nueva normativa, y la norma sin duda abre oportunidades para el sector. “Tenemos cierta ventana para diseñar y la buena iluminación pasa también por decisiones de diseño. Un buen proyecto de iluminación debe poner atención a los niveles de luz, al control de sombras y contrastes, al color de la luz, el encandilamiento, entre otros aspectos”, señaló.

Con la Nueva Norma Lumínica a punto de entrar en vigencia, el seminario dejó en claro la urgencia de actuar, no sólo para cumplir con las exigencias de la normativa, sino para garantizar que las ciudades estén iluminadas de una manera más eficiente, que sea respetuosa con el medioambiente y saludable para sus habitantes. Tal como apuntó en su intervención la directora ejecutiva de Fundación Cielos de Chile: “La nueva normativa fija los estándares y los mínimos, pero no implica que podamos ir más allá en el cuidado de los cielos oscuros”.

 

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