¿Notaste un cambio en nuestro logo? Fundación Cielos de Chile y Sochías presentan campaña por el Mes de los Patrimonios

En el marco del Mes de los Patrimonios, Fundación Cielos de Chile y SOCHIAS lanzaron una campaña para difundir la importancia de los cielos oscuros del país como un patrimonio científico, cultural y medioambiental. Como parte de la iniciativa, diversas organizaciones removieron temporalmente las estrellas de sus logos para concientizar sobre el avance de la contaminación lumínica y la necesidad de proteger nuestros cielos estrellados.

Mayo es el mes de los Patrimonios en Chile, una instancia que cada año convoca a millones de personas en todo el país para redescubrir y valorar su historia cultural, natural y científica. En este contexto, la Fundación Cielos de Chile y la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) lanzaron una campaña conjunta para visibilizar un patrimonio único e irreemplazable: el cielo nocturno.

¿Por qué los cielos son un patrimonio?

Los cielos oscuros son un patrimonio científico: actualmente, en Chile están instalados 7 de los 18 telescopios ópticos más grandes del mundo. Para realizar las observaciones, estos instrumentos requieren ubicarse en zonas remotas, con baja humedad, cielos despejados y libres de contaminación lumínica. Chile es uno de los pocos lugares del planeta donde se presentan todas estas condiciones. Es por esto que el país concentra el 40% de la observación astronómica mundial, y se proyecta que esa cifra alcance el 60% en la próxima década.

Pero la importancia de los cielos nocturnos no se reduce sólo a la ciencia. También constituyen un patrimonio cultural, ya que conectan a la sociedad con sus orígenes, con los pueblos que la antecedieron y con su futuro. Desde tiempos ancestrales, la observación del cielo ha guiado calendarios agrícolas, navegaciones y relatos fundacionales. En muchas culturas, las estrellas han sido parte esencial de su cosmovisión.

Asimismo, los cielos nocturnos representan un patrimonio medioambiental, ya que son imprescindibles para la biodiversidad. Muchos animales e insectos nocturnos dependen de la luz natural de la luna y las estrellas para orientarse, alimentarse y reproducirse. La contaminación lumínica ha interferido con estos procesos, y alterado sus ciclos de vida. Las aves migratorias, por ejemplo, se desvían de sus rutas al ser atraídas por las luces de las ciudades, lo que provoca colisiones con edificios o agotamiento durante el vuelo.

Chile sin estrellas

La iniciativa, además, propuso a instituciones remover temporalmente las estrellas de sus logos como una forma simbólica de alertar sobre el avance de la contaminación lumínica, la cual crece rápidamente en el país.

“Al quitar las estrellas de su logo, cada organización estará enviando un mensaje claro y potente: que sin estrellas no hay cielo. Y sin cielo, no hay ciencia ni patrimonio. Eso quisimos visibilizar”, explicó Daniela González, directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile. “Creemos que este contexto era ideal para recordar que en Chile existe un museo que abre sólo de noche: el cielo. Y protegerlo es responsabilidad de todos”, agregó.

En esta campaña han participado Fundación Cielos de Chile, la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS), el Instituto de Investigación en Astronomía y Ciencias Planetarias (INCT), el Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, el Núcleo Milenio Yems,  el Centro de Estudios Interdisciplinarios en Astrofísica y Ciencias Espaciales (CIRAS) y el Instituto Milenio de Astrofísica.