Nueva Norma Lumínica: autoridades destacan la importancia de la prevención y la colaboración ciudadana

En un seminario encabezado por la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, autoridades y expertos abordaron los detalles y retos de la actualización de la norma lumínica, que regirá a nivel nacional.

“La Nueva Norma Lumínica es una buena noticia y una oportunidad para compartir que la contaminación no es sólo contaminación del aire o del agua, sino que, producto de las actividades humanas, también hay contaminación de otros aspectos de la naturaleza: uno de esos es el cielo nocturno”, manifestó la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, durante el seminario de lanzamiento de esta regulación. En el encuentro, autoridades, académicos, representantes de la sociedad civil y astrónomos debatieron sobre los detalles y los desafíos que conlleva la implementación de la normativa.

Si bien la contaminación lumínica ha sido estudiada a nivel mundial desde los años 70,  en Chile, recién a partir de la década de los 90 se comenzó a hablar de este contaminante y sus efectos. En 1996, la comunidad astronómica aportó los antecedentes técnicos y jurídicos que permitieron crear la primera normativa lumínica en Chile. Si bien las primeras regulaciones se enfocaron en la protección de los cielos oscuros para la astronomía, esta tercera actualización –que entró en vigencia el 19 de octubre de este año–, extiende las regulaciones a todo el territorio nacional y busca proteger no sólo la observación astronómica, sino también la biodiversidad y la salud humana.

Las 5 exigencias clave de la Nueva Norma Lumínica

De acuerdo al Ministerio del Medio Ambiente (MMA), el antecedente más relevante para la actualización de la normativa es que la contaminación lumínica ha aumentado en los últimos años, principalmente por la emisión de luz con alto contenido en azul –o luz fría–, debido a la proliferación de la tecnología LED.

Por esto, una de las principales exigencias de la nueva normativa será la limitación del componente azul en la iluminación exterior. “Con la normativa estamos disminuyendo el contenido de luz azul en las luminarias, por lo que de ciudades en su mayoría con luces blancas, vamos a ver ciudades más cálidas”, explicó Jessica Salas, profesional del Departamento de Ruido, Lumínica y Olores del MMA.

Además, la Norma Lumínica exigirá que las luminarias se dirijan hacia el suelo para evitar el desperdicio de luz hacia el cielo, la reducción de la sobre iluminación, la disminución del brillo en pantallas publicitarias y la restricción a ciertos alumbrados públicos entre la medianoche y las siete de la mañana.

El enfoque preventivo y el desafío de la fiscalización de la SMA

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) será la responsable de fiscalizar el cumplimiento de la Norma Lumínica. Según Marie Claude Plumer, superintendenta del Medio Ambiente, este será uno de los mayores retos de la normativa, debido a su alcance nacional y a la inclusión de nuevas fuentes lumínicas, como los carteles publicitarios. “La  cobertura no solamente territorial sino también el número de fuentes constituye un desafío para la fiscalización. Sabemos que fiscalizar el 100% de la luminaria no es realista, por lo tanto la colaboración a través de la denuncia ciudadana va a ser importante”, destacó.

Además, la superintendenta del Medio Ambiente recalcó el carácter preventivo de la norma. “Hay un control temprano, no se espera el incumplimiento”, afirmó. Esto se logrará a través de la certificación mediante laboratorio de ensayos de las luminarias antes de su comercialización y la fiscalización de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles a los comercios que distribuyan los productos establecidos en la norma.

El rol de la sociedad civil y la ciudadanía

“Tenemos que entender la Norma Lumínica como un desde, no el fin de un camino”, afirmó Daniela González, directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, en el panel de expertos que cerró el seminario. Junto a ella, participaron Charif Tala, jefe del Departamento de Conservación de Especies del MMA; Iván Kopaitic, jefe del Laboratorio de Fotometría y Control de Calidad de la PUCV; y Ximena Muñoz, presidenta de la Asociación de Profesionales de la Iluminación en Chile (API).

Daniela González destacó que uno de los principales desafíos es el desconocimiento de la ciudadanía sobre la contaminación lumínica y la normativa. “Lo que hemos visto, en nuestro acercamiento con la ciudadanía, ha sido un desconocimiento respecto a lo que significa esta norma e incluso sobre qué es la contaminación lumínica”, señaló.

Frente a esto, enfatizó en la necesidad de desarrollar estrategias de difusión para distintos públicos, desde ciudadanos hasta actores clave, con el fin de generar conciencia sobre el problema y sus efectos. “Parte de nuestro trabajo es revisar los proyectos que ingresan al Servicio de Evaluación Ambiental y hemos visto en aquellos proyectos que están en las comunas astronómicas un profundo desconocimiento sobre cómo rendir sus proyectos en términos lumínicos”, concluyó.