Diseño de iluminación: esencial en la prevención de la contaminación lumínica

¿Puede el diseño proteger los cielos oscuros? Esa pregunta se hicieron Paulina Villalobos y Javier Sayago, dos expertos en diseño de iluminación que trabajan en la creación y asesoría de proyectos que cumplan con una iluminación sustentable.

“El mejor lugar del mundo para hablar del valor del cielo estrellado es desde Chile”, afirmó Paulina Villalobos, arquitecta, directora de DIAV Lighting y parte del directorio de la DarkSky Association. Por esta razón, tras recorrer el mundo especializándose en diseño de iluminación, regresó al país para impulsar soluciones que respeten la oscuridad de la noche.

Para Paulina, el diseño debe entenderse como parte de la planificación y como una herramienta para resolver los problemas de iluminación presentes en el país. “El diseño no sólo te ofrece un valor tangible, sino además tiene presente otras variables relacionadas con la forma en que se vive el espacio, el valor que tiene un lugar para las personas y otros aspectos vinculados a la cultura y la percepción”, explicó.

Los principales problemas de diseño en Chile

Javier es diseñador de iluminación y asistente técnico lumínico de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC). Desde su experiencia orienta a la industria en el norte del país. “Es más fácil controlar el alumbrado público y exigir al Estado que sus proyectos cumplan con la normativa. Pero regular a los privados es más complejo. En La Serena y Coquimbo, por ejemplo, hay complejos deportivos amateurs que generan altísima contaminación lumínica. Una cancha de fútbol mal iluminada es una de las fuentes más contaminantes”, advirtió.

Otro de los problemas que observa a la hora de diseñar un proyecto de iluminación sostenible, es la falta de conocimiento sobre iluminación entre los profesionales responsables de proyectos industriales o de construcción. “Hay una falencia en las universidades, que deberían abordar esta problemática”, comentó Sayago y agrega que muchas veces las personas que elaboran los proyectos no conocen suficientemente los territorios para un adecuado diseño y no están al tanto de la normativa lumínica y sus especificaciones en zonas de investigación astronómica y protección a la biodiversidad.

Paulina Villalobos destaca un problema más estructural: la falta de conciencia de proveedores y profesionales sobre la iluminación sustentable en exteriores. “Cuando se diseñan proyectos de iluminación interior, todos los productos y los diseñadores están enfocados en no encandilar. Pero cuando cruzas la puerta, de adentro hacia afuera, todo esto cambia y no existe esta conciencia”, señaló.

¿Qué debe hacer el diseño para proteger la oscuridad de la noche?

Desde la perspectiva de Paulina, el diseño debe entenderse como planificación, y su primer objetivo debe ser garantizar que, a través de la luz, se pueda ver de la mejor manera posible. “El siguiente paso es diseñar pensando en la calidad de vida de las personas y su entorno”, explicó.

En los proyectos que ha trabajado, ha podido observar que un diseño adecuado mejora la percepción del espacio, reduce costos energéticos, a la vez que protege el patrimonio del cielo nocturno. “La planificación de la iluminación con todas sus variables, de percepción y de niveles, es la solución para poder reducir la contaminación lumínica de las ciudades”, subrayó Paulina.

Javier Sayago sostiene que para realizar un proyecto de iluminación sustentable es imprescindible seguir la Norma Lumínica, que funciona como una guía para una iluminación responsable. “La norma te va exigiendo como por capas: primero que la luz no se dirija hacia arriba, después que sea cálida y que los niveles no estén excedidos”, explicó.

Añade que, en un nivel más avanzado, se debe implementar tecnología para apagar las luces cuando no sean necesarias. “Es fundamental trabajar con proveedores de iluminación capaces de entregarnos luminarias personalizadas según el uso que les daremos”, comentó.